- La Plataforma Estatal de Profesionales de la Arqueología junto con el Colegio de Profesionales de la Arqueología del CDL Madrid ha llevado a cabo una encuesta a nivel nacional para conocer el impacto económico y las consecuencias sociales que ha supuesto para este colectivo la crisis del COVID-19.
- El sector suma 36 millones de euros de pérdidas desde el inicio de la pandemia en una profesión poco regulada y desconocida por la sociedad.
- Un 55% afirma que su actividad se ha paralizado por completo durante el estado de alarma.
- Estas y otras cuestiones serán puestas sobre la mesa en el encuentro final del proyecto “Innovando desde el ecosistema arqueológico profesional” que tendrá lugar en septiembre de este año en Madrid, tras haber sido aplazado debido al comienzo de la crisis sanitaria.
La pandemia del coronavirus también se ha cebado con los profesionales de la arqueología. Este sector desarrolla un papel activo fundamental en la dinamización cultural, turística y económica de nuestro país. Su labor se extiende desde el control y seguimiento de las obras civiles para proteger el patrimonio cultural para el conjunto de toda la sociedad hasta el estudio y salvaguarda de restos arqueológicos en la denominada España vaciada.
Los arqueólogos se encuentran agrupados bajo la Plataforma Nacional de Profesionales de la Arqueología,que aúna a diferentes instituciones, colegios, asociaciones profesionales y trabajadores no asociados del sector, quetiene como misión aunar fuerzas como profesión y presentar a este colectivo al servicio de la protección del patrimonio histórico-artístico español.
Entre las quejas que manifiestan, consideran que su profesión es una de las grandes olvidadas en las ayudas recientemente aprobadas por el gobierno para la industria de la cultura y el entretenimiento. Hablamos de un sector que trabaja en condiciones precarias y poco reguladas, con un 64% desarrollando su actividad como autónomos frente tan sólo un 10% de trabajadores por cuenta ajena. Los datos arrojados por la encuesta para conocer su situación actual son además alarmantes, ya que alcanzan pérdidas de 14.500 € por profesional o pequeña empresa con un total que asciende a 36 millones de euros en total para el sector.
Es significativo que, pese a que la construcción, a la que ha menudo va ligada la arqueología profesional, sólo ha parado por completo en el periodo comprendido entre los días 30 de marzo y 9 de abril, esa paralización ha afectado en mayor medida a los profesionales de la arqueología. Así, un 55 % indican que su actividad se ha parado por completo, porcentaje que se eleva hasta el 71 % en el caso de quienes han visto definitivamente cancelados uno o varios contratos.
Asimismo, un 45 % de los encuestados espera retrasos en los pagos comprometidos, mientras que un 10 % da por perdidas ayudas o subvenciones con las que contaba para el ejercicio profesional durante el año 2020. Para los profesionales de la arqueología el escenario presente y futuro a corto plazo es desalentador ya que la desaceleración de las obras públicas y de las campañas de investigación en los dos primeros trimestres del año supone ver en peligro buena parte de la facturación anual y la continuidad en el empleo. Una vez que finalice el estado de alarma, los siguientes meses van a ser cruciales para medir el impacto de esta crisis en su sector. Entre las medidas que proponen para hacer frente a esta situación excepcional se encuentra el aplazamiento o condonación de deudas a autónomos, las bonificaciones fiscales o la reducción del IVA cultural, algo que lleva reclamando el sector artístico desde hace ya varios años.